'Queridos camaradas' - El cine grande al que lo hacen pequeño
El ruido que generan las peliculas suele ser un fenomeno ajeno a la justicia. Ni un rastro de meritocracia en cuanto a recibir alabanzas se refiere. Es una "Suerte" que reciben varias cintas que estan pensadas, ejecutadas y mostradas con contundencia pero que terminan siendo enviadas al embudo de la invisibilidad. Esta definicion encaja en el estudio analitico de lo que hace Andrei Konchalovski en 'Queridos camaradas', donde el veterano director ruso destapa carencias y señala casi a modo de regaño los defectos mas grotescos del sistema comunista. Anarquia, caos organizativo y sobre todo mucho miedo a la represion completan una obra de mucha envergadura.
El blanco y negro sirve en la pelicula a un proposito de compresion narrativa, de celda que cautiva todo el terror visual que la historia destila. Es Yulia Vysotskaya, con una actuacion desgarradora y muy intensa, la via que canaliza todo este horror sensorial. El seguimiento del terror de su personaje es siniestramente bello y produce un regusto amargo dificil de explicar. La grandeza con la que el relato adquiere volumen y se formaliza es autoral por los cuatro costados, señalando a Konchalovski como un estupendo y sofisticado cineasta.
'Queridos camaradas' es una pelicula pensada a lo grande que sera reducida a lo pequeño, mostrando (aun mas claro) las fallas que tiene este negocio a la hora de dar voz y voto a las peliculas de manera equitativa. Es cine de corte clasico, de encuadre recto y de incolora firmeza visual, pero a su vez hay artesania, hay una narracion que brega con formas del presente y se advierte un cierto aire de actualidad reposado en su fondo que colocan a la pelicula en dos espacios donde es perfectamente identificable.
Por Jesus Sanchez Aguilar
@JesAg_

Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.147.55.1