'Última noche en el Soho' - Otra noche con Edgar Wright
Pues no, esta no va a ser la ocasion en la que Edgar Wright nos falla. El director britanico nos tiene muy mal acostumbrados desde 'Zombies party, una noche de muerte', ofreciendonos peliculas que cuentan con un sello personal sin salirse del cine comercial. Cada film que ha dirigido ha sido un tornado en medio del panorama cinematografico y su 'Última noche en el soho' esta destinada a ser una de las peliculas que se recordaran de 2021. En 'Baby driver' ya se noto que queria adaptar su estilo a un tipo de produccion mucho mas convencional, en todos los aspectos, y salio muy bien parado. Lejos de la singularidad de la trilogia del Cornetto y 'Scott pilgrim contra el mundo' pero todavia mas alejado de la monotonia del cine palomitero actual, y con una personalidad arrolladora. En su nueva pelicula repite el mismo esquema y aunque se resienta un poco, sigue acertando en practicamente todo lo que intenta.
En los primeros minutos de metraje a uno le empieza a resonar en la cabeza otra pelicula: 'Suspiria'. Nunca se ha escondido que iba a ser la primera incursion del director en el cine de terror, ni tampoco que iba a centrarse en homenajear al giallo, pero durante esos minutos la declaracion de intenciones es evidente. De forma muy sesgada se puede decir que 'Última noche en el soho' es como 'Suspiria' pero cambiando la danza por la costura. Durante sus dos horas de duracion hay muchos matices que la hacen alejarse de esa afirmacion, pero la premisa es tal cual, solo que mas "brittish" y "fashion". Mas Edgar Wright, vaya, que se traduce en una relevancia enorme de la seleccion musical, un cuidadisimo apartado artistico y muchos "pun intended" (riendose mucho de Londres). Tambien mas previsible, poco sorprendente, lo que le resta algo de tension al asunto y dandole mas merito a la ejecucion.
La direccion de Edgar Wright se fusiona con la fotografia de Chung Chung-hoon ('Old boy') para ofrecernos una puesta en escena absolutamente impresionante, que destaca especialmente cuando la accion sucede por la noche, en una Londres insegura y plagada de luces, sombras y neones. Hipnotica, absorbente, embaucadora. Violenta. Su juego de luces es magnifico. Te coge de la mano como si fuese el personaje de Anya Taylor-Joy y te lleva por esta aventura atemporal entre 1960 y la actualidad, donde no te importan los problemas de un guion bastante imperfecto y poco ingenioso. La ambientacion cuando nos situamos en 1960 es fabulosa y nos transporta de lleno a una epoca en la que ser artista no era la mejor opcion para escoger si eras una chica. El trabajo de vestuario y maquillaje es increible, todo el conjunto tiene una elegancia fuera de serie. Hay varias secuencias que estan por encima del global, donde el director se empeña en seguir demostrando que es uno de los mejores en activo (spoiler: Lo consigue), y otras con algunas decisiones comprensibles, pero algo fallidas. El mensaje con el que cierra es acertado para los dias que corren y su simbologia es potente.
Las estrellas de la funcion son Anya Taylor-Joy y Thomasin McKenzie. Ambas cargan a sus espaldas todo el peso del film, y lo hacen con gusto y ganas. Es la confirmacion de Anya como una estrella total, como una artista que puede hacer lo que le eches encima y no solo aprueba, sino que lo hace con una nota alta. Por si no fuese poco con su talento, tiene una cara fascinantemente alienigena que potencia al maximo el caracter enigmatico de su personaje. En lo referente a McKenzie, lleva varias cintas demostrando que puede interpretar diferentes perfiles (adolescente aniñada en 'Fuente Álamo, la caricia del tiempo' o refugiada judia en 'Jojo rabbit') pero aqui tiene una relevancia que hasta el momento no habia tenido. Es una gran protagonista, reflejando la dulzura que necesita su personaje, pero tambien la paranoia y el miedo. El resto de los personajes son muy secundarios, pero el reparto raya a un gran nivel independientemente del tiempo que tienen en pantalla. De los secundarios, hay que destacar a un Matt Smith que con su porte y elegancia transmite la fragancia venenosa que emite su personaje durante toda la pelicula.
Edgar Wright lo ha vuelto a hacer. Nos tiene tan bien acostumbrados que cuando saca otra fantastica pelicula ya no sorprende, es lo esperable (y juega en su contra). 'Última noche en el soho' es una de las imprescindibles de este año, y punto.
Nota: 7,0
Por Marc Sacristan Garcia
@TheLebowskiMan
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