Capítulo VII - Camarero, póngame otra
... que siempre nos quedaran las cañas y las conversaciones a altas horas de la noche como razones para no salir corriendo, una mañana mas. Y una mañana menos regada en uno de esos zumos que parecen de Gommi-baya...
Ni una, ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis... sino '7 razones para huir' es lo que nos proponen el ideologo Esteve Soler y sus compinches Gerard Quinto y David Torras. Siete historias, siete relatos sobre la evolucion de conceptos como la Familia, la Propiedad, el Compromiso, el Orden, el Trabajo, la Solidaridad y el Progreso que forman la Trilogia de la Indignacion puesta sobre las tablas por el mencionado Esteve Soler.
A favor, siempre, del humor negro, la mala leche y la subversion (al menos cuando se proyectan a la distancia de seguridad de una pantalla). En contra, la losa de un texto procedente del teatro al que no se le da un meneo mas cinematografico. La letra entra pero sin sangre, la pantalla no realza y la rotundidad expresiva de la indignacion queda diluida en la (Divertida mente) obviedad de lo que mas que una adaptacion, es un subrayado para pasar el rato.
Pero no se vayan todavia, que aun queda un poco mas... o tal vez no tanto: ¿Que te juegas a que '¿qué te juegas?' no es nada del otro mundo? Pues si. Y lo es tanto por voluntad propia como por accidente. O sin querer. A favor, que se presenta al mundo tal y como es, sin disimulo: Una comedia "comercial" que tiene clara su condicion de insustancial pasatiempo claramente "comercial". A deguello. En contra, casi, casi, casi... ¿todo lo demas?
Como si con eso ya bastase, la opera prima de Ines de Leon es como un capitulo (Cualquiera) de 'Alli y abajo', o de cualquier otra serie de humor española. Un chiste facil, un chiste demasiado facil, artificioso y acomodado en donde todo lo que no podia salir bien, acaba quedando mal. Lastima, porque dentro de su piscinas de cliches se adivina una dinamica entre hermanos que podria haber dado juego. Pero claro, eso supondria... algo.
Algo como 'Yo, mi mujer y mi mujer muerta', un riesgo que cae en la indefinicion absoluta. Un proposito difuso para un desarrollo desenfocado. Una de esas peliculas a las que parece que les falta media pelicula. Si fuera Hollywood, diriamos que es un desastre remontado como buenamente se ha podido; si fuera España, que simplemente se perdieron por el camino. En el camino de hacer algo en los margenes del camino, lo que al menos se merece una palmada en la espalda.
Y es que la vida puede ser tan triste, y a la vez tan divertida como para descubrir mas de 30 años despues de que los osos Gummi estaban inspirados en el caramelo gummi bear. Y nosotros nos lo queriamos perder. Camarero, pongame otra.
Continuara...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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