Maribel Verdú pone el broche a su gran momento con el Premio Nacional

No me curro conseguir este o aquel papel; mis sueños afectan solo a mi vida personal y por eso vivo el dia a dia de mi trabajo». Asi hablaba Maribel Verdu (Madrid, 1970) apenas cinco horas despues de recibir la llamada de Ignasi Guardans, director general del Instituto de Cinematrografia y Artes Audiovisuales (ICAA), para comunicarle que habia sido galardonada con el Premio Nacional de Cinematografia, que recibira en septiembre en el festival de cine San Sebastian. «Lo mas de lo mas», segun su expresion, en cuanto a reconocimiento, le ha llegado a esta mujer siempre alegre y entusiasta en un momento de apogeo en su carrera, del que una muestra clara es ver en la cartelera su nombre unido a uno de los gigantes de la direccion, Francis Ford Coppola. Precisamente cuando Maribel Verdu hablaba con este diario, le llegaba a su movil un mensaje del director de Tetro. «Congratulations», empezo leyendo la actriz, que se reservo el placer de su lectura para mas tarde. Poco antes, su compañera Aitana Sanchez-Gijon, con la que en agosto volvera a los escenarios con la obra Un dios salvaje le obliga a una pausa. «Me tendras que llamar excelentisima», bromeaba con su amiga. «Estoy flipando», es su primer comentario. El Premio Nacional de Cinematografia, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 30.000 euros, es el mas importante de los recibidos en estos dos ultimos años en que la actriz madrileña ha puesto la directa y ha acumulado galardones y exitos de taquilla. El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, Siete mesas de billar frances, de Gracia Querejeta y Los girasoles ciegos, de Jose Luis Cuerda, son sus tres ultimos trabajos en el cine que le han reportado grandes satisfacciones: la consecucion de un Goya tras ser cinco veces candidata, –«por fin», dijo en la ceremonia– y la Medalla de Oro de la Academia de Cine, el pasado noviembre, convirtiendose en la quinta mujer y la mas joven en recibirlo. El Premio Nacional de Cinematografia recompensa la «aportacion mas sobresaliente, excelente trayectoria» en el 2008 y «su apasionado compromiso con el cine español e iberoamericano» y lo otorga un jurado en el que estan representados todos los sectores de la industria. «Es muy satisfactorio porque es el reconocimiento de tus compañeros», comento la protagonista de Amantes. Para ella es un premio obtenido «gracias a 25 años de trabajar con los productores que han creido en mi, con los actores que me han dado las replicas y con los tecnicos que me han ayudado». Verdu, que empezo a los 15 años, ha aprendido a mirar a su profesion con cierta distancia. «Para hacer determinados personajes», sigue explicando, «tendria que currarmelo. Y no lo hago. Me tienen que llegar los proyectos, y cuando tengo un personaje entre manos, eso si, lucho a tope por sacarlo adelante y buscarle todos los matices». Ha trabajado con los mas importantes directores españoles y latinoamericanos --Garci, Bigas Luna, Trueba, Saura, Martinez-Lazaro, Gonzalo Suarez, Cuaron o Del Toro– y fue descubierta por el ojo clinico que el realizador Vicente Aranda tiene para las actrices. Amantes supuso un antes y un despues en su carrera pero ella no mira ni al pasado ni al futuro. «Cada trabajo es un examen nuevo», afirma. Ademas del teatro, Maribel Verdu dedicara los proximos meses a varios filmes, uno dirigido por Gracia Querejeta. Ayer, no obstante, su agenda salto por los aires y el premio se colo entre los planes de mudanza. Mientras atendia a los medios, sus amigas con las que habitualmente come los martes –menos ayer, claro– seguian el ajetreo.